Mito 2. Si sudo mucho adelgazaré
El sudor contiene, principalmente, agua y sales minerales, pero no grasa. La sudoración es un mecanismo de termorregulación. Es decir, sudamos para mantener una temperatura corporal adecuada.
Siempre que haces ejercicio tienes que beber agua antes, durante y después. Ajusta la cantidad al tipo de actividad que estás realizando. No es lo mismo un paseo en bici, que el estómago no va arriba y abajo, que una carrera a pie.
Si, además la sudoración es elevada, debes reponer las sales minerales, con bebidas isotónicas o con cualquiera de las muchas opciones disponibles actualmente. Si sudas mucho y solo repones el líquido, los niveles de sales minerales en el organismo pueden reducirse demasiado, poniendo en riesgo tu salud.
Reponer las sales es especialmente importante en pruebas de larga duración.
Así que nunca fuerces la sudoración, usando plásticos o llevando exceso de ropa. Es muy peligroso, puedes deshidratarte o perder muchas sales minerales, lo que puede tener consecuencias fatales.
Además, por mucho que sudes no perderás grasa. La quema de grasa depende del tipo de ejercicio, de la duración, intensidad... y no del sudor.
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